viernes, 28 de julio de 2017

Al final de mis días.



Cuando mis días terminen,
dejar las flores para abril.
Acurrucar vuestras lágrimas a mi vera, 
dejad que el silencio muera
y dar vida a los recuerdos
sin morderos la lengua.
Y no temáis, 
y creedme si os digo
que no vuelven los muertos,
muertos a la tierra. 
Ni dispersos en la niebla,
ni en las horas más oscuras
por santo que fuera el sepulcro
por más que le quisierais. 
Cuando mis días terminen 
quiero amanecer en la sonrisa
de quien por no olvidarme
con el dolor conviniera
convertirme en amor
o hacerme leyenda.
Sin abrir en el alma una herida
con el inflexible látigo de la tristeza. 
Para cuando mis días terminen
desde tus ojos de cristal
contemplaré la belleza
y con inefable delirio
te esperaré otros mil años, 
si mil años fueran. 
Como las flores año tras año
 esperan la primavera,
como la tierra espera, que la lluvia le posea,
como el amor al amor.
como cada día, hasta que muera.
Para cuando mis días terminen
habré vivido tanto,
que puede que de vivir
el final sea la mayor recompensa.  


LPF.01f85