sábado, 24 de octubre de 2015

No son mis huesos.









No son mis huesos mujer
los que sostienen mi alma. 
Ni los que protegen 
lo que guardo para ti en mi pecho. 
Y por lo que dueles 
bien podrías haber sido 
concebida de mis costillas,
más no de las del lado derecho.
Sangre de mi sangre, 
gloria de mis penas, 
amor de mis amores, 
de mis amores más perros. 
Tu belleza aún se recrea
en la dureza de mis carnes
y en las noches más largas 
de sudor y silencio.
A veces te recuerdo como los peces, 
con muchas espinas y pocos huesos.  
Y me pregunto todavía
si aún me quieres, 
solo porque yo, 
No he podido dejar de hacerlo. 


LPF.01F85
Artista Plástico: Alvaro Reja.

Moraleja.



  1. A menudo suelen ser algunas personas, más grandes que su destino. 
  2. La grandeza del amor radica, en que hasta el más tonto puede enamorarse. 
  3. No se debe juzgar nunca a una mariposa por su capacidad de trepar un árbol.  Porque al igual que el mono, aunque en diferente manera, alcanzará la copa.