domingo, 24 de febrero de 2013

Miedo.


Una persona triste o deprimida en algún momento puede que llegue a perder su voluntad. Una persona que no se enfrente a sus miedos sin la menor duda perderá su vida. Nos toca mover.

Fascinado.









De esta historia he arrancado muchas páginas y tu indiferencia, pero ni un sólo beso ni un sólo día vivido ni un sólo recuerdo. He arrancado exactamente todas las páginas que para vivir no necesito y mis silencios para despertar cada mañana más ilusionado que con sueño, atado a ti muy desde adentro, sorprendido y fascinado con las flores mustias de otoño que encontraron un atajo para no morir y que en vez de augurar un final, parecen traer un nuevo comienzo. 


Otoño resplandece, mientras, encuentro el camino de todos los pasos que alguna vez perdí. Y sin lamentos, sin nada que olvidar, sin prisas por vivir, vivo sabiendo que es muy probable que al final de mis días tenga que pedir perdón por haber amado en la única forma en que fui concebido para hacerlo. Mientras tú me dices adiós a cada instante por lo que nunca fui, sabiendo los dos que soy mejor que eso.


LPF.01f85

Fascination.
Fotografía: Thomas Leuthrd.




jueves, 21 de febrero de 2013

Adversidad.



Cuánto puede durar la adversidad, si con toda la fuerza del mundo la mejor parte de ti le hace saber que no es tan adversa como para arrebatarte los sueños.


sábado, 16 de febrero de 2013



Todo es un misterio.







Por qué debería llorar por ti.
si no me dueles, si no has muerto.
Si estas en cada letra, en cada verso.
Por qué debería aliarme a la tristeza,
si te pareces a mi alma, 
si aliado estoy a tus recuerdos.
si te tuve, si te tengo.
Si es por ti por quien canto, 
si eres tú quien hace que me emocione 
con cada letra, con cada beso.

Por qué debería olvidarte.
Si mi silencio habla de ti, 
si olvidarte no puedo.
Por qué debería borrar cualquier vestigio de esta bella locura,
como si salvarme quisiera, 
como si olvidarte pudiera, 
como si otros labios pudiesen poblar el inhóspito páramo 
que tu ausencia deja. 

Por qué debería negarte,
si estas ligada a mi fe,
o la única verdad poderosa que poseo.
Si cuando por intentarlo estoy,
pareciere que un atajo busco para no seguir viviendo.
Por qué debería, 
si el final de esta historia 
no veo ni siento, 
si te amo más que a mi mismo, 
si otra manera de vivir, 
no tengo. 

LPF.01F85.
Creative People.
Obra: Mujer leyendo. 
Artista: Fernando Botero.
Creative People.

No lo entiendo.


No entiendo por qué los botones en las redes sociales están diseñados para dar siempre votos positivos (+1) o (me gusta) haciendo que a duras penas se pueda distinguir la inconformidad y crítica social ante comportamientos negativos de políticos e instituciones, como si tuviere el mensaje subliminal de “Acéptalo” No entiendo por qué no poner un botón con un (-1) o (No me gusta) y que llegada esta cantidad a una cifra determinada (muy alta) fuese motivo de referéndum o un cambio en las políticas de un país, de este planeta o lo que conviniera. No entiendo la manera en que alguna gente acepta toda esta mierda ni entiendo cómo nos podemos sentir engañados o traicionados por un gobierno u otro, cuando muchos desearíamos estar ocupando el sitio de algún ministro únicamente por su sueldo. La verdad que no lo entiendo.

jueves, 14 de febrero de 2013

Cien mil intentos.



Mujer que mi soledad abruma y aguarda,
que mi silencio desborda, 

que mi corazón ama.

Si en mil intentos por pretender el mundo perdiere tu amor,
perdería mi alma.
No bastarían mil oraciones ni mil estrellas fugaces.
No bastarían veinte poemas de amor ni una canción desesperada.
No bastaría nada. 

Y no creo que haya dispuesto dios un momento para no quererle, no creo que dispusiera que pueda vivir tanto, tanto como para olvidarla.

Mujer que mi soledad abruma y aguarda,
que mi silencio desborda,
que mi corazón ama.


Si no me encuentras búscame,
estaré al otro lado de estas palabras,
en el mismo sitio y esperando morir de viejo,
si en mil intentos tu desamor, con mi amor no acaba.

Mujer que mi soledad abruma y a solas, mi amor en silencio aguarda.

LPF.01F85.

sábado, 9 de febrero de 2013

Donde todo empieza...

Borrador. Parte 3.

Y es que esta historia comienza donde parece terminar. En un lugar muy lejano y hace mucho tiempo ya. Y puede que lo que por contarles estoy aconteciera hace unos mil años o tan sólo tres y que alguna parte os suene. Sin embargo no pretendáis adivinar el final, porque no ha sido escrito y pendiente está, porque entre sus personajes figura uno que en apariencia no tiene nada de especial. 

Un hombre del que se decía fue el más torpe del mundo sin hacer distinción entre su corazón y sus manos. Y no es que los lugareños de ese recóndito paraje destacaran por sus habilidades o tuvieren sobre sus espaldas muchos viajes ni la referencia de tantísimas personas como para poder aseverar semejante afirmación, lo que en consecuencia dejaba al descubierto que lo importante o la parte más bella de él como ser humano para  algunos de ellos no tenía nada que ver con su humanidad o con el amor. Refiriéndose cada uno a lo que alcanzaban sus ojos y no más allá. Resumiéndolo todo a una cuestión de gusto y consensos de opiniones sobre un juicio emitido, justo o no. Donde puede simplemente pesara más el temor de esa cicatriz en su cara que simulaba el recorrido de una lágrima terminando en algún punto entre la nariz y sus labios y de la que nunca nadie le escucho hablar. Teniendo yo mis dudas sobre si hubiere habido alguien dispuesto a escuchar lo que a veces balbuceaba con una voz tan tenue que parecía estar hablando con las estrellas o su propia alma

Y es que cualquiera podía ser la razón para no prestarle atención, cualquiera, incluidos los muchos días sin afeitar o su ropa raída y casi mugrienta y dicho sea de paso nuestra hipocresía, por qué no o las faltas de ortografía con las que sobre un cartón se podía leer a duras penas un mensaje que el tiempo parecía haber borrado y rezaba "Todo lo que pretendo es un espacio entre el presente y lo eterno" Y es que a veces cualquier excusa es buena para no hacer nada. Y la mejor es el tiempo, para quien está libre del temor de que por Dios pueda ser castigado. Lo cierto es que no se quejaba, no se lamentaba, ni pedía dinero. Pero a pesar de eso mucha gente le esquivaba o se persignaba, como si pretendiere escapar de algo que sólo el estaba viviendo.


La gente que juzga un pez por serle imposible trepar un árbol, suele morir ahogado. 

Fotografía: Daniel Cheon

jueves, 7 de febrero de 2013

La leyenda del mejor amigo.



Dice una leyenda árabe que dos amigos viajaban por el desierto y en un determinado punto del viaje discutieron. Uno de ellos ofendido por los argumentos del otro, quedó sin palabras, sin nada que decir y escribió en la arena:
"HOY, MI MEJOR AMIGO ME PEGÓ UNA BOFETADA EN EL ROSTRO"

Siguieron adelante y llegaron a un oasis donde resolvieron bañarse. El que se había sentido insultado, agredido y lastimado comenzó a ahogarse, siendo salvado por el otro individuo (su amigo). Al recuperarse tomó un estilete y escribió en una piedra:

"HOY, MI MEJOR AMIGO ME SALVÓ LA VIDA"

- Intrigado, el amigo le preguntó:

¿Por qué después del primer altercado escribiste en la arena aquello y ahora escribes en una piedra, esto?

-Sonriendo, el otro amigo respondió:

Hace mucho tiempo decidí que siempre que alguien importante para mí me ofendiese, habría de mantener la calma para no convertirme en una víctima de las circunstancias o del momento y lo de escribir lo que sienta en ese momento tiene mucho que ver con ello. Porque ese será el sitio que yo le dé en mi corazón o en mis pensamientos. Lo escrito en la arena no perdurará para siempre, puede que el viento o alguna tormenta lo borren. Sin embargo, para lo grandioso he escogido una piedra, porque incluso cuando pierda los colores perdurarán en relieve las letras inscritas en ella y con ello los momentos. No encuentro lugar mejor en éste inhóspito lugar para dejar grabado para siempre semejante acto de bondad que guardaré en mi corazón para siempre y hasta el último momento. 

viernes, 1 de febrero de 2013

Letras que corren libres...

Letras que corren libres sobre un fondo blanco 
liberan mil pensamientos dentro de mí. 
Tantos, como recuerdos y silencios, 
tantos, como el amor se pudo permitir, 
tantos, como para continuar atrapado, 
entre el deseo y la buenaventura de amarle y sentirme amado, 
sin presagiar el fin. 
Dulce inocencia 
que por no saber 
ni huye ni se lamenta 
y que para vivir 
abraza la oscuridad 
y las horas muertas 
en un último intento 
por no morir. 
Apología al silencio 
que quiso hacer de algo pequeño 
un amor inmenso,
incluso después del fin.
Amontonando en poesías el tiempo,
y sin otro remedio, aguardando hasta ver 
como todo yacía inerte, muerto, 
más sin buscar alivio en otra alma 
ni calor en otro cuerpo.
Porque no pude ser 
antojo ni esclavo,
porque no soy lógico y le amo.
o porque tan sólo soy el amor perseverando, 
impugnando un resultado,
sin oraciones ni holocaustos
sin maldiciones ni conjuros mágicos...
Sólo podrá perdonarme 
el Dios que para salvarme me he inventado,
porque yo únicamente le amo
y lo haré, hasta el fin...


LPF.01F85


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